Como un primer acercamiento, se puede afirmar que el aprendizaje colaborativo es aquel donde
“se enfoca en la experimentación del estudiante en lo que se denomina equipos de
aprendizaje” (Vargas et al., 2020, p. 364), el cual tiene como características el desarrollo del pensamiento crítico, la creatividad, toma de decisiones y habilidades comunicativas a partir
del dialogo y la conversación dentro del equipo. Por otra parte, se tiene que los proyectos colaborativos son aquellos que “promueven un nuevo modelo de
aprendizaje basado en la realización de diferentes tareas, cuya ejecución requiere de la
participación y colaboración de todos los componentes de un determinado equipo de
trabajo” (Flores-Cueto et al., 2020), por lo que se puede afirmar que los proyectos colaborativos hacen parte del aprendizaje colaborativo.
Ahora bien, el aprendizaje colaborativo, de una manera formal, es
aquel aprendizaje que se da mediante el trabajo en equipo, lo que puede incluir la realización de proyectos, y que está caracterizado, principalmente, por el dialogo con una intención u objetivo a alcanzar, dicho de otro modo,
Lillo (2013) resalta que “deben resolver un problema de manera
individual o conjunta permitiendo desarrollar habilidades interpersonales donde cada uno
es responsable de su propio aprendizaje, pero a la vez de los demás” en Vargas, Yana y otros (2020, p. 365); así pues, el aprendizaje colaborativo tiene como principal beneficio la cooperatividad del equipo para aprender
sobre un tema determinado, el cual se da al presentarse la necesidad de llegar a un consenso a partir de la colaboración de todos los miembros del equipo.
Antes de mencionar los demás beneficios del aprendizaje colaborativo, se requiere esclarecer la diferencia que hay entre este y el aprendizaje cooperativo, siendo este último aquel donde el docente tiene influencia propia y directa
en el proceso de aprendizaje, y se da cuando los estudiantes están en proceso de formación y, por lo tanto, es necesario que el docente tenga las respuestas a las preguntas que se planteen, por otra parte, López y Acuña (2011)
mencionan que “el aprendizaje cooperativo, estimula a los alumnos a esclarecer,
elaborar, reorganizar y reconceptualizar la información” (Vargas et al., 2020, p. 365); mientras que, el rol del docente en el aprendizaje colaborativo, consiste en orientar a los estudiantes a realizar un estudio
autónomo haciendo especial énfasis en el dialogo, y posteriormente exponer los hallazgos encontrados por cada equipo de trabajo (Vargas et al., 2020, p. 366).
En Vargas, Yana y otros (2020), Flores-Cueto, Garay-Argandoña y Hernández (2020) y Romero Andonegui y Garay Ruiz (2017) se evidencian los beneficios del aprendizaje colaborativo, y aunque tienen enfoques diferentes en sus investigaciones y experimentos,
se concluye en todos que esta estrategia de aprendizaje refleja una mejora en las notas o los puntajes obtenidos por los estudiantes, dado que, como se menciona con anterioridad, el estudiante también es responsable por el
aprendizaje de los miembros del equipo y no por el suyo propio, lo que genera una nivelación en notas y aprendizaje de los estudiante; En el estudio cuasiexperimental realizado por Vargas, Yana y otros (2020) también se evidenció
que algunos estudiantes obtuvieron un menor puntaje con la implementación del aprendizaje colaborativo, y la razón de este es que, al enfocarse en ayudar y colaborar a aquellos miembros del equipo que presentan dificultades,
se realiza una nivelación y estabilización del equipo de trabajo, de tal manera que el estudiante arriesga su nota individual por la nota del equipo.
Específicamente en Romero Andonegui y Garay Ruiz (2017) se reflejó que el aprendizaje colaborativo llevó a una mayor participación por parte de los estudiantes, conclusión a la que llegaron a partir del experimento
realizado, en el que se uso la red social Facebook como herramienta de aprendizaje colaborativo en una asignatura. Dentro de su revisión literaria se encuentra que las redes sociales “son colaborativas, puesto que se elaboran
por un grupo de personas” (Romero Andonegui & Garay Ruiz, 2017, p. 62), razón por la cual usaron Facebook para el experimento, lo que trajo como beneficio el desarrollo de diversas competencias transversales como lo
son el pensamiento crítico (Gómez et al., 2012, p. 137) y la planificación y gestión del tiempo (Fordham & Goddard, 2013).
Por su parte, Flores-Cueto, Garay-Argandoña y Hernández (2020), establecen que “La wiki,
herramienta de colaboración on-line, es uno de los muchos componentes Web 2.0” (Flores-Cueto et al., 2020), por lo que su investigación se centra en el uso de la misma, llegando a la conclusión de que el aprendizaje
colaborativo refleja mejores resultados en los estudiantes y que con el uso de tecnologías de la información y la comunicación los resultados son aún mejores.